Con esta receta termino la trilogía de patatas bravas (Versión I y Version II), pero quizás mas adelante haga alguna mas y amplíe el repertorio.
Lo primero que vamos a hacer es preparar la salsa, para lo que picaremos un par de dientes de ajo y una guindilla que se puede sustituir por unas cayenas, lo que tengáis a mano.
Lo ponemos en una sartén con 4 cucharadas de aceite de oliva.
Cuando está dorado echamos una cucharilla rasa de harina, una cucharilla de azúcar y otra cucharilla de pimentón.
Lo rehogamos y echamos un un vaso de agua caliente y un poco de sal.
Dejamos que de un hervor un par de minutos y lo trituramos.
Ahora solo nos queda freír unas patatas cortadas en cuadrados y echar la salsa por encima.
Ya están listas para comerlas calentitas.
Espero que os guste.
Todas las versiones son estupendas... con una cervecita ideal... ¿Cuándo tomamos unas?
ResponderEliminarUn saludo
Muy ricas, doy fe, como dice él Luisma, gg.
ResponderEliminarSi te soy sincera...soy una fan de las patatas bravas, me chiflan!!!
ResponderEliminarEn mi blog también tengo una receta de bravas pero no se parecen en nada...versión valenciana...jejeje... y sin duda probaré las tuyas!!!! =;)
Guauuuuuu..... yo quiero.... al diablo las calorias.
ResponderEliminarBesitos.
Me encantan las patatas bravas. Las tres versiones están estupendas.
ResponderEliminarHe dejado un regalito para tí en mi blog. Pasa a recogerlo cuando quieras.
Besos